Para la casa rural se ha aprovechado una casa del siglo XVIII que conserva el encanto de las construcciones castellanas de hace más de 200 años, con estancias espaciosas, y que es histórica, ya que fue la única que sobrevivió a dos incendios que asolaron la localidad durante las guerras carlistas.
Cuenta con cuatro habitaciones dobles, una de ellas con terraza, que permiten albergar a 8 personas, gran salón de estar con mesa de billar, salita para actividades infantiles, cocina-comedor grande, totalmente acondicionada y patio arbolado con terraza, dos porches, horno de leña y barbacoa rústica.