La Casa de la Favorita

La Casa de la Favorita tiene una larga y apasionante historia. Antes de pertenecer a la familia Chamizo, tarifeños conocidos y queridos, fue residencia de un médico, un escritor, una veterinaria y hasta de un contrabandista. Pero remontándonos a los orígenes de la construcción, incluida ya en el catálogo de edificaciones relevantes de Tarifa elaborada en el año 1850, descubrimos que fue residencia de un príncipe descendiente de la dinastía abbasí y al que debe esta mansión su actual configuración de estructura y plantas.

Sobre la base del proyecto inicial, un palacio creado para la sugerente tarea de servir de alojamiento, han sido más de dos años los que nos hemos entregado a la minuciosa tarea de restauración de la que hemos finalizado con un resultado que nos ha gustado mucho: una confortable, práctica y sugerente heredad en la que cada espacio, cada rincón, ha respetado fielmente el sentido de aquella construcción originaria en la que su primer propietario, aquél príncipe, consagró su vida al amor que sentía por una mujer, una vallisoletana que convirtió en su favorita. Pilar Yáñez, la arquitecta, y Bruno Gitsels, el decorador, han logrado el encargo: fidelidad a la idea de crear un espacio que haga sentir a nuestros huéspedes lo que un día sintieron los antepasados que han formado parte de la historia de la casa: ser los elegidos.

Sin desmerecer al resto de hoteles de Tarifa, nuestro establecimiento, que se ha desmarcado de la pretendida asociación exclusiva de la zona con los deportes de viento, ha conseguido el objetivo pretendido: ser referencia de un turismo activo y cultural andaluz.

Nos gustará mucho contar con vuestra visita. Y a vosotros pasar por aquí, ya veréis.

La Casa de la Favorita.