Llevamos dando la cara desde 1991.
Vamos por la segunda generación, y esta guarda un aspecto idéntico a la primera, y es la pasión por esta tierra, su cultura y su gente. Recibimos materia prima fresca a diario, del invernadero al restaurante y del mar a nuestra cocina, de nuestra cocina a tu mesa.
Intentamos prescindir de las salsas que camuflan el sabor del buen producto. Nuestra cocina es sencilla, tradicional, sin pretensiones y de calidad superior (como nuestros productos, claro).