A mediados del siglo pasado la familia Sainz elaboraba en el horno de la panadería en Vega de Pas sobaos y quesadas.
Años mas tarde comenzó su comercialización como se hacía por aquel entonces. Se cargaba el producto en el baúl de madera, poco mas grande que una maleta y se recorrían los pueblos y sus mercados hasta agotar la mercancía.
Desde entonces hasta ahora lo único que ha cambiado en el obrador de la familia Sainz son las herramientas. La maleta de madera se ha convertido en furgonetas de reparto y el proceso de elaboración ha introducido alguna mecanización en el amasado y el empaquetado.
La pureza de los ingredientes y la fórmula tradicional de fabricación siguen siendo las mismas.