El diseño de interiores es competente en la generación innovadora de los espacios habitados, adquiriendo el dominio del proceso proyectual: la información, ideación, el desarrollo, la representación, la comunicación y la construcción del espacio.
El campo de actividad profesional se extiende a todo espacio habitado: las casas, los comercios, las oficinas, las corporaciones, las exposiciones, los espacios lúdicos, las arquitecturas efímeras, las instalaciones artísticas,… Se puede desarrollar la actividad de diseñador por cuenta propia, formando un gabinete, o integrado en una empresa.