Nuestra producción viene de los colmenares situados en la Sierra de Gratal, de un total de 300 colmenas asentadas en plena naturaleza y con gran diversidad de flora, que confieren a la miel unas propiedades y características particulares para cada tipo, variando su aroma, sabor y color.
En definitiva, queremos ofrecer al consumidor directamente un producto natural, de aquí, fuera de todo proceso industrializado que merma considerablemente sus cualidades, sobre todo por la aplicación del calor que mantiene a las mieles constantemente líquidas.