Cofradía de Cristo Crucificado y María Santísima del Silencio

La Cofradía del Cristo Crucificado y María Santísima del Silencio se funda el 1 de mayo de 1954, con la finalidad de reponer la imagen del Crucificado que existió en Torrevieja hasta ser destruida durante la guerra civil española.
Muy pronto y debido a que la mayoría de los fundadores viven en el populoso barrio torrevejense del “sequión”, a su vez de salineros, la idea de la creación de la cofradía surte efecto de gran acogida entre los vecinos. Al mismo tiempo se involucra la compañía salinera, en aquellos entonces, primera industria de la localidad, a la que se recurriría con frecuencia.
La imagen titular de la cofradía es la del Cristo Crucificado, realizada en el año 1954 por el escultor Manuel Hurtado Garre. La imagen se adquirió a través de los donativos de los vecinos principalmente del barrio del Acequión de Torrevieja recaudando las catorce mil pesetas que costó la talla del Crucificado. La imagen es una de las que más devoción posee por el momento de la pasión que representa y se venera durante todo el año en su altar, ubicado en el lateral izquierdo de la Parroquia Arciprestal de la Inmaculada Concepción.
El trono, de plata de ley en estilo neobarroco, fue concluido en el año 2003 en los talleres sevillanos de Villarreal, pasando a ser el trono más valioso de nuestra Semana Santa, y del que son padrinos la Coral Torrevejense Francisco Vallejos y el Coro y Orquesta Salinas de Torrevieja. El trono cuenta además con cuatro faroles de bronce del orfebre valenciano Manuel Orrico, también de estilo renacentista, con un peso de cuarenta kilos cada uno de ellos.
En el año 1996 se incorpora a la cofradía el grupo escultórico de María Santísima del Silencio, junto con San Juan, siendo la primera obra del escultor torrevejense Víctor García Villalgordo. El paso de palio es portado por unas 80 costaleras, siendo el primero que incorporó a la mujer a la tarea de ser portadoras. Los bordados de las vestimentas son obra Rosario Pérez Conesa y Mercedes Mateo, quien también camarera de la Virgen junto con Mari Carmen Villalgordo. El manto es obra de Dolores Jódar, y las pinturas que lo decoran, junto con las del palio, son obra de Víctor García. Son padrinos del paso los padres del escultor, Nicolás García y Mari Carmen Villalgordo, quienes regalaron en 2006 una corona imperial, que luce en la actualidad, cincelada en los talleres de orfebrería de Aragón Orfebres de Motril (Granada).