Castells Bicicletes

Hace un siglo la bicicleta no era una barcelonesa más como ahora. No era habitual encontrarla por nuestras calles, era un invento nuevo, una pequeña revolución. Y hoy es una compañera más, un instrumento que es más que una manera de moverse.

Testimonio de esta evolución ha sido Castells Bicicletas que durante cien años, y los que aún quedan, ha estado al servicio de la bicicleta y de sus aficionados y al servicio de Barcelona.

Castells estrena ahora su tercera casa. Ahora estamos en la calle Girona 39 y hasta hace un año hemos estado ochenta años en la calle Arnau de Vilanova, frente al Arc de Triomf, desde 1928. Un par de años antes, en 1926, en la calle Rec Comtal en un local donde también se vendía aceite, compartiendo negocio pues con la señora Ripoll, Valeri y Josep Castells empezaron con la casa de bicicletas.

Cabe decir que al principio en can Castells había también motocicletas, era la década de los veinte. Hasta la Guerra Civil gran parte del negocio se basaba, además de la bicicleta, en la importación de motocicletas Norton. La posguerra fue dura para todos, también para Castells, y entonces la motocicleta que se trataba era de segunda mano. A medida que se acercaba la década de los sesenta la moto fue perdiendo protagonismo, en Castells no hubo scooters, y su hermana pequeña, la bicicleta, fue la gran estrella.

Además de la venta de máquinas, Castells se ha caracterizado por su taller, de gran nivel. No hay nada que no se pueda reparar, y si no, le encontramos una solución. Los recambios de todo tipo también forman parte del ADN de la casa; tuercas, pernos, cables, alguna biela, ... por más extraño que os parezca en Castells lo encontrarás, o sabremos cómo llegar.
La hija de Josep Castells, Maria Dolors Castells Tosquella, aún se pasea hoy por la tienda de vez en cuando y podrán encontrar algún grabado suyo colgado por el moderno local actual.

Tradición y modernidad. Compromiso y continuidad. Y siempre al lado de la bicicleta, a su servicio.