A principios del siglo XX, mi abuelo, nacido en Navarra a mediados del siglo XIX se trasladó a Melilla para cumplir el servicio militar.
Durante su viaje, conoció en la ciudad de Almería a la que sería su mujer durante toda su vida.
Los recien casados se afincaron en Melilla una vez cumplido el servicio militar, inaugurando un bar restaurante céntrico que se hizo famoso por sus elaboraciones de cocina tradicional, asador y charcutería selecta.
Jamones de Sánchez Romero Carvajal, embutidos de Salamanca o vinos de la Ribera Navarra deleitaba los paladares más exigentes.
El Café Bar Imperial sería posiblemente el primer establecimiento que servía comidas para llevar a la vez que atendía a una selecta clientela de autoridades civiles y militares del todavía vigente Protectorado de Marruecos.