Los monjes de Cardeña trabajan en el envejecimiento de vinos de gran renombre y solera llamados “VALDEVEGÓN” en la bodega románica del cenobio, que reúne unas condiciones naturales inmejorables para su formación y conservación.
Además la comunidad elabora dos variedades de licor de hierbas denominados “TIZONA DEL CID” con propiedades digestivas si se toma con moderación.
Los monjes Cistercienses fueron pioneros en la Edad Media en el cultivo de la vid y en la elaboración de excelentes vinos. Llegaron el siglo XII a la Península Ibérica, poblando sus valles de célebres monasterio, introduciendo la ciencia y el arte de la viticultura. Consta que los monjes de Cardeña poseían sus viñedos en las márgenes de los ríos Ebro y Duero, y su bodega, hoy funcionando, se hizo célebre. Hoy los monjes ya no poseen ni cultivan los amplios viñedos de antaño, pero en la misma bodega, restaurada, siguen elaborando los vino que seleccionan en las antiguas posesiones de sus hermanos medievales.