La implantación del Museo del Fuego y los Bomberos en el antiguo Convento de Franciscanos Mínimos, supone las siguientes consideraciones:
Se crea un Museo de características singulares: no sólo atrayente para niños y adultos sino también muy formativo a todos los niveles y de interés para estudiosos.
Es un Museo único en España y comparativamente al nivel de los mejores europeos y americanos por la variedad y calidad de sus fondos.
Se recupera un edificio artístico muy importante y el conjunto, unido al Parque histórico y el Parque actual, resulta ser un complejo de alto valor urbano y cultural.
La intervención arquitectónica se desarrolla en lo que fue antiguo Convento de los Mínimos de la Victoria, ya que en el volumen de la antigua iglesia se ha situado el Parque de Bomberos nº 2.
El conjunto museístico se desarrolla en planta sótano, planta baja y dos alzadas conformando una "U" que sitúa el volumen del nuevo parque de bomberos en su lado abierto.
Así mismo, se conserva y recupera el sótano abovedado de fábrica de ladrillo visto, con el objeto de su utilización como sala de exposiciones temporales.
Una vez ejecutados los trabajos de conservación de bóvedas y forjados de madera del claustro y espacios interiores, se define la disposición de las dependencias administrativas y expositivas del museo.